Motivado por el enorme crecimiento de Epic Games y el gran negocio multimillonario que resultó de Fortnite: Battle Royale, Tim Sweeney, a nombre de Epic Games, se lanzó en una cruzada contra Apple y Google bajo la idea de romper lo que el considera un modelo de negocio injusto y monopólico que limita a los creativos a y la industria misma. El pleito legal entre las compañías mencionadas no se hizo esperar y luego de que concluyera el relacionado con Apple, llegó el momento de Google, quien exige compensación y más por este asunto.
De acuerdo con información de Gamesindustry.biz, el pasado 11 de octubre Google demandó a Epic Games por incumplimiento de contrato en una Corte de Distrito en California. Según la compañía, Epic Games no actuó de formas sorpresiva, sino premeditada usando a Fortnite: Battle Royale y su sistema de pago para llevar a las compañías involucradas a una disputa legal y para que eso fuera posible, la empresa de Tim Sweeney tenía que fallar al mismo acuerdo que había celebrado con Google.
Al respecto, Google señala que Android como sistema operativo y App Store como plataforma de distribución no son limitantes de la industria pues mismo Epic Games pudo ofrecer Fortnite: Battle Royale directamente desde su sitio para los usuarios de móviles. Sin embargo, cuando el juego se lanzó a través de la Play Store, Epic y Google celebraron un acuerdo y la empresa de Tim Sweeney lo rompió cuando, de forma intempestiva, anunció que era posible comprar PaVos directamente con ellos y no a través de Play Store: «el 13 de agosto de 2020, Epic violó el Acuerdo de distribución de desarrolladores de Google Play entre Epic y Google con fecha del 12 de junio de 2020, al permitir que los usuarios de Fortnite que descargaron la aplicación a través de Google Play usaran la propia herramienta de procesamiento de pagos de Epic en lugar de Google Play Billing. Google afirma que por las transacciones de Fortnite procesadas a través de la propia herramienta de procesamiento de pagos de Epic, no se le pagó nada por su propiedad intelectual o por la distribución de aplicaciones».
Por otra parte, Google culpó a Epic por planear todo este escándalo y pleito legal con premeditación y en la demanda señala que la empresa de Tim Sweeney aceptó que Fortnite: Battle Royale se distribuyera en la Play Store únicamente para tener acceso a información sobre los modelos de negocio y el uso de la tecnología en la plataforma, misma que usó para su beneficio económico al romper el acuerdo y también para argumentar en instancias legales.
Finalmente, con esta demanda Google pide que se lleve a juicio a Epic y que de ahí se defina si la compañía se enriqueció injustamente para después solicitar la reparación de daños y el porcentaje que le correspondería.




